Autora:Carolina Felici

martes, 22 de abril de 2014

Más sobre la frustración

Hemos estado unos días fuera y prácticamente no ha comido nada sólido.
Nosotros, en cambio, hemos reflexionado bastante al respecto del llanto frente a su propia "torpeza". Yo soy muy blanda y en seguida tengo ganas de ponerle la comida en la boca. Tras discutirlo, hemos decidido ayudarla lo menos posible.
Como no es nada agradable dejarla llorar desesperada, la alejamos de la comida en cuanto vemos que ya está bloqueada por sus nervios: no queremos perder de vista que al principio es un juego y que no hay ninguna prisa. Igual que le apartamos un juguete cuando se pone nerviosa, haremos con la comida.
Según hemos leído, esta fase dura sólo unas dos semanas y lo único que hay que cuidar es que los trozos sean de las dimensiones correctas para que la niña pueda cogerlos... ¡Esperemos que sea así!


Dos buenas noticias de hoy: 

  • ¡Casi se come medio plátano! Y eso que cuando lo coge y no controla su fuerza, lo aplasta. Aún y todo, es capaz de comer los restitos que quedan.
  • ¡Apartarla cuando llora funciona!: cuando la hemos visto bastante desesperada por el "machacado de plátanos", le hemos puesto el chupete o la hemos cogido en nuestros brazos, alejándola de los plátanos, y se ha calmado inmediatamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario