Este fin de semana hemos consolidado el huevo, confirmando que no le da reacciones: ha sido la vez de su Majestad la tortilla de patata, aunque, en el día de hoy, no sé si es muy oportuno hablar de la Realeza!
También hemos aprovechado para que la niña probara las proteínas de la leche de vaca: en una tienda a lado de casa venden un queso fresco artesanal que está muy bueno y el sábado al almuerzo ha comido varios trocitos con unos tomatitos cherry de acompañamiento.
Es increíble ver cómo ha avanzado en coordinación: es capaz de coger un cuarto de tomate cherry sin problema cuando apenas 20 días antes no podía ganar la batalla con un palito de manzana cortado con todas la de la ley.
Hemos repetido con el queso y ha ido fenomenal así que, una vez asegurado proteínas de la leche de vaca y huevo, podemos darle las croquetas de la abuela que están buenísimas.
Os dejo también una pequeña idea: las chuletillas de cordero, una vez revisado que no tengan huesos pequeños, las coge genial. Para ver que no haya huesos nosotros las palpamos bien con ambas manos. Consigue arrancar unos trozos y al final, para que ella coma más, le parto trozos pequeñitos y se lo pongo yo en la boca; siempre sin forzarla , claro está.
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