El sábado tocó lubina al horno con verduras asadas. Fue todo un éxito; el pescado es más blando y se comió lo que le pusimos prácticamente enteros. Cortamos como siempre en trozos alargados revisando cuidadosamente que no hubiese espinas.
Cada día el BLW nos parece más fácil y agradecido, tan sencillo como dejarle a la niña que coma a su gusto. Cuando tiene el estómago más lleno come menos leche y yo me voy sacando y congelando.
Para reducir las manchas y estar seguros que la comida se cae sobre una superficie lisa, hemos puesto un mantel de plástico también el suelo, como se ve en la foto.

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